Claves de la razón práctica nº48 1994
La insuficiencia de la Filosofía actual, Jesús Mosterín.
"Vivir
seriamente consiste en tomar las riendas de nuestra propia vida, en asumir la
dirección de nuestra vida, en conducirla con el rumbo o hacia la meta deseada,
lo cual supone que deseamos mantener algún rumbo o alcanzar alguna meta. La
vida seria es como un arco tensado, es un vivir activo y desde dentro, no un
mero dejarse vivir desde fuera, como la boya a la deriva que todas las olas y
corrientes agitan y llevan. Si todo nos da igual, si no pretendemos ir a sitio
alguno, tampoco precisaremos de ningún tipo de orientación. Pero si seriamente
tratamos de vivir lo mejor posible, tendremos que orientarnos globalmente. Esta
orientación vital ha sido proporcionada en el pasado por las religiones y (más
recientemente) por las ideologías políticas, tanto en el caso de los grandes
movimientos de masas, como el cristianismo, el islam, el nacionalismo o el
comunismo, como en el de las pequeñas sectas y las facciones marginales. La
situación cultural de nuestra época se caracteriza por el estrepitoso fracaso
de todas las religiones e ideologías como guías de nuestra manera de pensar y
vivir. El derrumbe de estos viejos idearios nos ha dejado como naúfragos
intelectuales en una mar sin puntos de referencia. Nunca en el pasado los
humanes (es decir, los seres humanos, hombres y mujeres) habíamos sido tan
libres como ahora, ni habíamos estado tan bien informados como ahora. Y, sin
embargo, nuestro desasosiego y nuestra desorientación son obvios, así como
nuestra carencia de respuestas claras y soluciones compartidas a los problemas
de nuestro tiempo, tanto personales, como ecológicos y políticos. El humano
actual, radicalmente desorientado dejado huérfano y a la intemperie por el
descalabro de las religiones e ideologías, y confrontado a retos inéditos y
acuciantes, requiere una brújula intelectual, una cosmovisión, una sabiduría.
Busca una orientación filosófica a la altura de nuestro tiempo, pero no la
encuentra. La filosofía que necesitamos está aún por hacer. La filosofía se
puede considerar desde dos puntos de vista: como una profesión o especialidad
académica (al mismo nivel que el derecho contencioso-administrativo, la
arqueología sumeria o la física de plasmas) o como una dimensión humana, asunto
de todos. Pienso que este segundo sentido es el fundamental. La filosofía como
disciplina académica y profesional sólo tiene sentido y justificación en la
medida en que contribuye a la filosofía como dimensión humana. ¿Cuál es la
tarea de la filosofía (como dimensión humana) en nuestro tiempo? Ayudarnos a
vivir bien y con los ojos abiertos. La filosofía como amor a la sabiduría
consiste en la búsqueda consciente y reflexiva de la buena vida, en el ansia
ilustrada de vivir lo mejor posible".
JESÚS MOSTERÍN, La insuficiencia de la filosofía
actual
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